
Hablando de «modalidades de contratación» en el mundo IT podemos identificar en un extremo el «empleado en relación de dependencia» y posiblemente en el otro al «freelancer».
Cuando alguien es contratado en relación de dependencia es un «empleado pleno», goza de una serie derechos de acuerdo a la legislación vigente que incluye típicamente (en Argentina) cuestiones tales como aporte a la seguridad social, cobertura médica privada, indemnización en caso de despido injustificado, etc, etc. A esto, algunas empresas agregan beneficios extra como posibilidad de comprar acciones de la empresa, días extra de vacaciones, etc. En este contexto el empleado típicamente debe trabajar determinada cantidad de horas mensuales en un determinado rango horario (con mayor o menor flexibilidad) y a fin de mes cobra un sueldo fijo seguro.
Por su parte el freelancer no trabaja para un cliente en particular, más aún, no tiene cliente fijo (pues si lo tuviera seria posiblemente una relación de dependencia «encubierta», algo penado por la ley) y por ende no goza de todos los beneficios del empleado en relación de dependencia. No tiene sueldo asegurado y debe encargarse él mismo de sus cargas sociales, su cobertura médica, etc, etc. . Tiene que salir a buscar clientes, vender, ejecutar y cobrar. Puede no sonar muy atractivo, pero tiene algunos beneficios que para algunas personas son muy valiosos. Puede elegir en qué proyectos trabajar, con quién trabajar, cuando trabajar (esto es medio relativo porque dependiendo de que tipo de trabajo realice, puede que tenga que trabajar en un horario fijo o al menos en el rango típico de oficina). Puede incluso elegir cuánto cobrar, puede cobrar más (si se da mañana para venderlo) o incluso cobrar menos si por alguna razón «estratégica» (o de gusto) así lo desea. Quienes prestamos servicios de consultoría solemos trabajar en esta modalidad.
En cierto modo a mitad de camino entre las dos modalidades previamente mencionadas hay una modalidad muy comúnmente utilizada por empresas de USA. Es lo que habitualmente se denomina «contractor». Alguna vez escuché a alguien referirse a este tipo de contratación como «relación laboral precarizada» porque el «contractor» muchas veces tiene muchas de las obligaciones de los empleados en relación de dependencia pero sin los derechos/beneficios de estos. Ojo aquí, hay que tener presente que las legislaciones laborales son distintas en USA y en Argentina, entonces cuando digo «relación precarizada» lo digo a la luz de la legislación Argentina. Para el empleador resulta típicamente más «barato» el contractor que el empleado en relación de dependencia y al mismo tiempo le da más flexibilidad. Por su parte el trabajador «contractor» tiene alguna cuestiones como el empleado en relación de dependencia en el sentido que tiene que trabajar determinada cantidad de horas por mes, típicamente no elige sus proyectos ni con quien trabaja, pero tampoco tienen que andar buscando clientes ni gestionando cobros.
Se me ocurrieron dos ejemplos ambientados en Juego de Tronos. Un caso típico de freelancer es Bronn, de hecho el término freelancer hace referencia a esos caballeros «lanzas libres» que vendían sus servicios a uno u otro señor. Típicamente un mercenario. En el otro extremo están los miembros de la Guardia Real, los capas blancas, que son empleados en relación de dependencia del rey.