En los últimos años “el mundo agile” ha sido invadido por lo que Martin Fowler ha denominado como el “Agile Industrial Complex” y de la mano de ello las prácticas técnicas han quedado de lado. Mucho post-it y poco TDD, mucho “agile coach” y poca excelencia técnica. Esta situación desdibuja (o incluso viola) la ideas expresadas inicialmente en el manifiesto ágil.
Esto ha sido advertido por varios referentes de la industria mucho antes de que Fowler acuñara este título y ha generado a mi entender 2 corrientes:
- Por un lado están lo que “luchan” con el “Agile Industrial Complex” intentando “reencauzar” el movimiento ágil.
- Por otro lado están quienes en cierto modo han cortado por lo sano, inaugurando nuevos movimientos como Heart of Agile, Modern Agile, y Software Craftsmanship.
Personalmente creo que yo también soy parte de este Agile Industrial Complex y no me gusta. Me incomoda. No estoy en contra de que se hagan negocios a partir de Agile pero me molesta cuando esos negocios se hacen utilizando el nombre/marca Agile sin respetar las cuestiones esenciales. No se puede hablar/vender Agile Software Development dejando de lado la excelencia técnica, la auto-organización, la entrega de valor y la mejora continua.
En un momento pensé en dejar de utilizar el término “Agile/Ágil” y en su lugar hablar de “Desarrollo Adaptativo” o “Ingeniería de Software centrada en el Valor” pero esas alternativas (al igual que algunas otras) no terminaron de convencerme pues si bien son correctas conceptualmente, no resultan cómodas. Finalmente decidí intentar evitar el término “Agile” y hablar de prácticas más concretas como Continuous Delivery, TDD y Planificación Adaptativa.
Continuará…