En 2009 participé como docente del curso experimental de Algoritmos y Programación 1 a cargo de Rosita Wachenchauzer en FIUBA. Esa experiencia me hizo un click y me llevó a replantearme varias cuestiones respecto de la forma de organizar las clases. Quiero en este artículo enfocarme en una de las cuestiones que generó ese click.
Tradicionalmente las clases de Algoritmos y Programación en FIUBA se dividen en dos clases semanales: una clase teórica dictada generalmente por el profesor a cargo de la materia y una clase práctica a cargo de los docente auxiliares. En algo3 lo hacemos así. Una de las particularidades del curso de Algoritmos y Programación 1 de Rosita era (y aún hoy lo es pues el curso sigue dictandose) la organización de las clases. La materia se dicta 2 días por semana y cada día se dicta teoría y práctica. Esto permite que el alumno vea un tema en la clase teórica y a continuación lo lleve a la práctica justamente en la clase práctica. Personalmente creo que este enfoque es mejor para facilitar el aprendizaje que el enfoque tradicional.
Para los docentes esta diferencia en la organización de las clases puede tener un impacto operativo importante, sobre todo para los docentes de dedicación simple que no asisten a la universidad todos los días. Con el enfoque tradicional cada docente asiste a la universidad una sola vez por semana: el profesor asiste un día a dictar la clase teórica y los auxiliares asisten otro dia a dictar la clase práctica. El enfoque alternativo implica que todos los docentes asistan dos veces por semana a la universidad ya que cada dia se dicta teoría y práctica.
Si tomamos como verdadera la hipótesis que de que este segundo enfoque es mejor para facilitar el aprendizaje de los alumnos, nos surge entonces un dilema como docentes: ¿qué priorizar a la hora de organizar las clases: ¿la comodidad del docente o el mejor aprendizaje del alumno?
Continuará…