Por estos dias hay en foro-agiles un interesante hilo de discusión sobre este tema lo cual sumado a algunas consultas que recibí de alumnos en el último tiempo me ha motivido a dedicar estas líneas al tema.
Recuerdo allá por el año 2000, cuando pretendía comenzar a trabajar formalmente en la industria del software, haber pasado por varias entrevistas en las que los entrevistadores me preguntaban por certificaciones. Recuerdo que en aquel momento estaban de moda algunas certificaciones relacionadas a bases de datos (Oracle y DB2) y a lenguajes de programación (principalmente Java y Visual Basic). Yo no tenia ninguna.
Hoy por hoy, más allá de las certificaciones de índole técnica (Java, .NET, etc, etc) también estan muy de moda las certificaciones sobre temas más «soft» como Project Management, Scrum, etc, etc. Certificaciones que tampoco tengo, ¡ups!
Creo que una forma interesante de analizar este tema es viéndolo desde la óptica de los distintos interesados: por un lado el profesional certificado y por otro quien lo contrata.
Comencemos por la persona que contrata un profesional certificado. En estos casos se espera que la persona certificada tenga ciertos conocimientos/habilidades/experiencia, pero ¿que es en realidad lo que le garantiza la certificación? Bueno, podriamos decir que nada o bien podriamos decir que depende de la certificación. En una simplificación extrema me animo a decir que hay dos tipos de certificaciones:
- Las del tipo «esta persona tiene conocimientos/habilidades/experiencia» en la temática X
- Las del tipo «esta persona realizó un curso/actividad» sobre la temática X y dicho curso cumple con ciertos criterios definidos por la autoridad certificante
Puede que simple vista parezcan lo mismo pero no lo son, vuelvan a leerlo detenidamente e intenten encontrar ejemplos.
Desde el punto de vista del profesional certificado estan los beneficios de contar con una certificación los cuales yo resumiría en: engrosar un CV y abrir algunas puertas ya que algunas empresas (para algunos puestos) sólo contratan gente certificada. Entre los beneficios también deberia mencionar la incorporación de conocimiento, pero lamentablemente esto no siempre ocurre.
Personalmente nunca me he certificado en parte porque con mi título de ingeniero siempre ha bastado (aunque en cierto modo un título también es una especie de certificación). Y cuando me ha tocado estar en la posición de contratar gente (generalmente programadores), nunca le dí mayor importancia a las certificaciones. Creo que la mejor carta de presentación son evidencias concretas, y personalmente que una persona haya respondido bien un examen sobre un lenguaje de programación, no me dice si esa persona programa bien. Entonces ustedes se preguntaran ¿que miro para contratar un programador? Miro como programa, le pido que programe algo o le pido que me comparta algo de código que haya escrito, algún TP de la facultad, algún trabajo que haya realizado o algún proyecto open source que haya participado. Lamentablemente son poco los casos en los que me han facilitado código, pero los casos en los que lo han hecho, resultaron ser excelentes programadores.
Bueno, estas son mis ideas, para cerrar dejo una reflexión de Tom De Marco en Peopleware ¿contratarias un malabarista sin ver como hace malabares? La respuesta parece obvia, pero sin embargo hay gente que contrata programadores sin ver como programan.