
Luego de 20 años trabajando en la industria de servicios de software he decidido un cambio de rumbo a mi carrera. Prácticamente toda mi carrera he estado trabajando construyendo software o brindando consultoría/capacitación para terceros. Aproximadamente la mitad de mi carrera lo hice lo trabajando en software factories y la otra mitad trabajando de forma independiente. Si bien tuve un breve paso por Microsoft (que es una empresa de producto) mi tareas allí estaban mas relacionadas a cuestiones de asesoramiento técnico y no tenía casi ningún contacto con los equipos que desarrollaban los productos.
Desde hace unos años empezó a resultarme atractiva la idea de trabajar en una empresa de producto. Personalmente creo que trabajar en un producto tiene ciertas particularidades/implicancias en lo que refiere a ingeniería de software. Al mismo tiempo me resulta muy atractiva la idea de poder proponer cambios en el producto, poder implementarlos y ver en el corto plazo los impactos de esos cambios en el negocio.
Cuando digo empresa de producto me refiero a una empresa cuyo negocio pasa por ofrecer un producto de software o un servicio basado en producto en un producto de software. Es una definición muy amplia en la que pueden entrar organizaciones financieras (como Paypal, Mercado Pagos, Banco Nación, etc), empresas de video juegos (como EA Sport y Blizzard) y redes sociales (como LinkedIn y Facebook). Básicamente lo que no entra en esta categoría «de empresa de producto» son las empresas de consultoría y/o desarrollo( como Globant y Accenture).
A comienzos de este año empecé a explorar oportunidades en empresas de producto a las cuales sumarme en un esquema part-time. El hecho de buscar una posición part-time tiene que ver principalmente con el hecho de que tengo la intención de continuar trabajando en la universidad. Empecé por ver las búsquedas activas de ciertas empresas que me resultaban interesantes tanto por su producto como por su cultura. Si bien encontré varias posiciones posibles, todas ellas eran full-time.
Finalmente, hace poco más de un mes vi pasar un publicación en LinkedIn de una empresa que conocía, cuyo producto yo había usado un par de veces y que gente de su equipo había participado de alguno de mis cursos. No tenía idea de la cultura de la empresa, pero sabía que el producto estaba sólidamente establecido y a mi parecer con un gran potencial de crecimiento. Así que decidí postularme.
Desde entonces venimos teniendo conversaciones para definir cómo darle forma a mi incorporación. Tengo sensaciones encontradas, por un lado estoy entusiasmado con poder trabajar en este producto pero al mismo tiempo me cuesta acostumbrarme a la idea de «abandonar mi kiosquito». O sea, en cierto modo yo tengo mi propio negocio que viene funcionando completamente a mi gusto desde hace años y eso no es algo fácil de dejar.
En fin, las conversaciones van avanzando y seguramente en las próximas semanas tendré novedades para compartir.