Uno de los desafíos de mi proyecto actual está en lograr un entregable de valor en pocas semanas y la clave para lograr eso es poder cortar las funcionalidades bien «finitas», lo que en la jerga agile suele denominarse slicing.
El tema con el slicing es que no es fácil de hacerlo y en ocasiones se lleva a cabo de forma inapropiada por no involucrar a todos los perfiles necesarios. En este sentido, para poder hacer un buen slicing es necesario:
- Gente de negocio que conozca perfectamente el negocio y particularmente el subdominio de la aplicación en desarrollo
- Gente técnica que sea capaz de entender las funcionalidades y pueda dimensionarlas en términos de complejidad y costo de implementación.
- Gente con poder de decisión
La falta de cualquiera de estos tres grupos resulta riesgoso ya que uno podría terminar generando un incremento funcionalmente pequeño pero técnicamente demasiado grande o un incremento técnicamente manejable pero sin valor de negocio o incluso un incremente pequeño, tanto funcional como técnicamente, pero sin apoyo «respaldo político» para su realización.