La semana pasada mi computadora con MacOS me dejó a pata y tuve que saltar a una máquina de backup con Linux. Podría haber sido Windows, pero no, preferí que sea un Linux. En particular elegí Linux Mint, un linux de la familia Debian.
Una vez instalado el sistema de base procedí a la instalación de herramientas varias.
En primer lugar instalé Terminator, una aplicación para manejar múltiples terminales.
Luego instalé un clásico: un clon Norton Commander, hay varios dando vueltas