Hace un tiempo actualicé mi distribución de Linux (de Ubuntu 9.4 a Ubuntu 9.10). Lamentablemente no fue una experiencia del todo feliz. Si bien la actualización fue totalmente desatendida (una vez aceptada la propuesta de actualzación lanzada por el sistema operativo, automáticamente se realizó la descarga e instalación casi sin intervención adicional), algunas cosas dejaron de funcionar, una de ellas fue el modem 3G. Por otro lado, luego de la actualización mi sistema funciona más lento y al mismo tiempo los cambios en la interface de usuario (aunque mínimos) no me resultan más amistosos. Esto me ha llevado a volver a trabajar con más seguido con Windows.