Damian es joven entusiasta, agile practitioner y futuro ingeniero que trabaja conmigo. Se sienta de espaldas a mi y actualmente trabaja en otro proyecto. Hace unos minutos, lo escuche decir la siguiente frase a otro joven que recientemente se unió a la compañía y no pude resistir la tentación de compartirla, pues me resulto muy gráfica.
Ser ágil es como cocinar chipá: es rico, pero si lo sacas del horno y te lo comes muy rápido sin manejar las expectativas, te puedes quemar
¡Gracias Yenkel!
Say no more.