Hace un par de semanas me encontré con una compañera de la secundaria que fue diputada por el «Frente de Todos (contra todos)» y cuyo mandato terminó en el 2023. Hablando con ella sobre las medidas tomadas por el gobierno actual y sobre la inacción [1] de su espacio político, ella me dice «la gente votó a Milei, ahora que se lo banquen«. Esta respuesta me generó una mezcla muy variada de sensaciones: risa, bronca, impotencia y finalmente resignación.
No todo el mundo votó a Milei, más del 40% votó al Frente de Todos (contra todos) y con una expectativa que va más allá de ganar o no la elección. De una u otra forma, esa expectativa puede resumirse en que hagan algo para mejorar nuestra sociedad en línea con los valores y principios de su movimiento. De hecho, el puesto de presidente lo ganó Milei, pero hay varios legisladores que obtivieron una banca. Ojo, esto que digo no es solo para el Frente de Todos (contra todos) sino para todo movimiento: si te presentas a elecciones y alguien te vota entonces tenés una obligación con esos votantes. «No vale» que te quedes cruzado de brazos hasta la próxima elección y menos aún si ganaste una banca legislativa.
Y no me vengas con «estamos votando en contra», no alcanza, espero que traigas ideas, que te muevas, que hables con la gente, que acompañes, que traigas ideas porque con solo votar en contra no se construye nada.


